Como en toda esta zona de Caballito Sur en tiempo record, este edificio de José Bonifacio 1160, donde construye la arquitecta que vive cerquita según el cartelito de obra, se ha levantado a razón de un piso cada diez días. Pero al rellenar con el hormigonado en febriles días, han caído decenas de litros de hormigón sobre la casa vecina. Además al día siguiente ya están desencofrando. Antes de que pasen 24 horas en todos los casos ya están sacando las maderas dentro de las cuales se vuelca el hormigón bombeado desde la calle. Todo muy rápido. Se pueden ver numerosas columnas que no fueron bien vibradas cuando las llenaron y como la que está en esta foto, se ve que no se cumple con la regla del arte y la columna no esta bien tomada con la losa de abajo y también se ve que la columna bajo la losa esta insuficientemente llena. Luego las maquillan cubriéndolas manualmente con cemento, pero en su interior están llenas de burbujas. Y la dirección de fiscalización de obras no ve todo esto? Quienes son los inspectores que no ven, no sienten nada y ponen en riesgo la seguridad de los vecinos? Son empleados de la dirección de catastro? Cuando avisamos a una dirección de mail del gobierno, nos mandaron a quejarnos a catastro. Todo esto lo hacen al amparo de las normas actuales sostenidas fuera de todo plan que contemple las normas urbanísticas de interés público. Aquí lo que cuenta parece que es cuantos metros cuadrados se terminan por mes. Cantidad de obras, embolsado de dinero por los que se unieron para hacer la obra, los funcionarios que aprueban y los póliticos que convalidan. El interés común, el interés de los vecinos no cuenta, el progreso entendido como mejora de todos no existe. Mis plantitas ya no podré tenerlas, el arbolito que tengo en el patio ya no tendrá sol y estas columnas de hormigón mal llenadas y vibradas quedarán como una amenaza en el tiempo. La espada de Damocles sobre la cabeza del vecindario de Caballito.
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